¿Qué es la inflamación?
En términos médicos la inflamación es la respuesta a una agresión, ya sea una infección, una herida o la acción de una sustancia tóxica.
La inflamación está en el origen de muchas enfermedades. Cuando la inflamación se cronifica se acelera el proceso de envejecimiento y la esperanza de vida se acorta considerablemente
¿Por qué se produce y cuándo empieza a ser un problema?
Nuestro sistema inmunitario pone en marcha el proceso de inflamación con la intención de frenar el avance del daño, restaurar el tejido y eliminar los residuos.
Lo normal es que este proceso suceda y se resuelva cada vez que nuestro sistema inmune detecte una agresión.
Si la agresión percibida se vuelve constante como puede pasar por ejemplo, con el estrés continuo, la inflamación producida no se resuelve y se vuelve crónica.
Cuando la inflamación se vuelve crónica se convierte en destructiva para nuestro organismo y puede ser la responsable de procesos tales como:
- Dolor articular
- Dolores músculo-esqueléticos
- Infecciones
- Artritis
- Asma
- Diabetes
- Gingivitis
- Problemas cardiovasculares
- Desordenes digestivos
- Colon irritable
- Colitis ulcerosa
Por otro lado, el aumento de los niveles de algunas proteínas como las citoquinas pro-inflamatorias, también influyen nuestro metabolismo de neurotransmisores provocando una alteración psiconeuroinmunologica y posiblemente, la sensación de depresión.
Nuestro cuerpo es nuestro templo vamos a cuidarlo
¿Cuáles son las posibles causas de una inflamación crónica?
Existen varias causas posibles por las que se produzca una inflamación crónica:
El estrés emocional y una mala actitud vital
Nos cuesta pararnos a pensarlo pero nos pasamos la vida estresados.
¿Cómo te crees que te sentías en el paleolítico cuando había un león mirándote detrás de un árbol? Pues se sentían parecido a tu día a día de ahora.
Tu cuerpo y tu cerebro no distinguen muy bien entre león amenazándote, entregar un trabajo a tiempo o una pandemia.
Esto se debe a que el estrés induce la liberación de neuropéptidos a nivel cerebral que activan una respuesta inflamatoria.
Si dicho estrés es constante, llegamos a la inflamación crónica, como dijimos anteriormente.
Además, una mala actitud vital diaria no solo provoca que no consigamos resolver ese estrés cada vez que se produce si no que, con la queja y el hastío por la situación, no conseguimos descansar.
Volviendo al ejemplo del paleolítico, es como si entre ataque y ataque de ese león del futuro llamado estrés.
Si quieres empezar a mirar a la cara a tu estrés puedes empezar siguiendo mi botiquín urbano de estela urban yoga, es totalmente gratis.
Patrón alterado del sueño
Aproximadamente, un 20% de la población padece insomnio crónico y el resto ha sufrido insomnio de manera ocasional alguna vez en su vida.
Estos episodios de insomnio ocasional generalmente están relacionados con situaciones estresantes.
El insomnio incrementa los niveles de moléculas proinflamatorias incluso en personas sanas.
Además el insomnio destruye la actitud vital. Basta pasar 2 días sin dormir bien que empiezas a convertirte en otra persona: te vuelves irritable, todo te cuesta mucho más por el cansancio y la vida se vive con una sensación horrible de darlo todo y no conseguir nada. No descansar bien es «como si quisieras correr dentro del agua».
La contaminación ambiental
La toxicidad que absorbemos diariamente de la contaminación ambiental produce inflamación neuronal.
El problema es que poco o nada podemos hacer para escapar de la exposición a la contaminación ambiental. Por esto mismo, hemos de tenerla en cuenta e intentar hacer algo por compensarla.
El tabaquismo
Yo soy la primera, sí, sí, yo una profe de yoga que ha sufrido tabaquismo el cual produce inflamación de los mecanismos celulares y moleculares.
Gracias a mi práctica de Yoga entendí que no era una tontería y que debería trabajar para abandonar ese hábito.
Por suerte y con esfuerzo, lo conseguí. Si es tu caso dale una vuelta cuando te sientas capaz, lo vas a conseguir.
Obesidad y sedentarismo
Las personas que padecen obesidad tienen niveles más altos de Proteína C-reactiva, citoquinas inflamatorias, inflamación postprandial y neuroinflamación.
La obesidad se puede también tratar con un buen profesional, recalco, buen profesional.
Con esto quiero decir que no te lo tomes a chufla y entiendas que si no tienes una buena guía sólo consigas frustrarte.
Es importante que el profesional que escojas esté especializado en ese área y sea amable y eficaz.
La sociedad tiene una muy mala gestión del juicio hacia esta enfermedad. No dejes que eso te aplaste.
Hábitos alimentarios
Una dieta hipercalórica ó de alta carga glucémica es causa común de inflamación.
Si, lo sé… utilizamos esa gratificación inmediata para sobrellevar muchas y diferentes emociones fuertes de nuestro día a día.
Esto sobre todo pasa en nuestro país, España, en el que se confunde el buen vivir con el exceso de gratificación inmediata.
Como consecuencia, resulta que estamos todo el día zampando refrescos, dulces, grasa, alcohol… y hay que mirárselo un poquito y trabajar la austeridad no como castigo si no como ejercicio de sentido común.
Disbiosis intestinal
La disbiosis intestinal es una alteración de nuestra microbiota y es demasiado común actualmente en toda la población.
Dicha microbiota es un componente clave de nuestro sistema inmune y curiosamente su equilibrio está relacionado con todas los puntos que hemos descrito sobre todo con el la mala alimentación y el consumo excesivo de medicamentos.
Cuando las levaduras, hongos, bacterias, amebas, protozoos y otros parásitos se encuentran alterados en nuestro sistema digestivo, suele relacionarse con patologías músculo-esqueléticas e inflamación que son difíciles de apreciar.
Protocolo anti-inflamatorio
Protocolo de la mano de Estelita – voy a intentar ponértelo fácil
Después de estudiar sobre el tema de la inflamación con Antonio Valenzuela, un super crack en este campo, descubrí y que, además de mantener unos correctos hábitos de alimentación; la práctica de Yoga, también nos va a ayudar muchísimo a reducir ese estado de inflamación.
El motivo por el que la práctica regular de Yoga combate esta inflamación es porque ayuda a regular los niveles de estrés y a mejorar nuestra actitud vital (super importante también para nuestro sistema inmune).
Por otro lado, la desintoxicación celular que se produce a través de la correcta respiración o pranayama es de capital importancia.
Los yoguis son y fueron los únicos que se interesaron tan profundamente en este campo como nadie antes lo había hecho.
Aprender a respirar y hacerlo aún más conscientemente en nuestras prácticas regulares es: ¡¡ MEDICINA !!
Evidentemente esa práctica de Yoga también nos ayudará con el insomnio, provocado por causas externas como el estrés y la ansiedad o por situaciones del día a día que nos ponen nerviosos (un nuevo trabajo, una mudanza, etc.).
La práctica de yoga constante será un gran aliado para mejorar la inflamación
Llegar a la cama relajado no es lo mismo que seguir con el “run run” en la cabeza y querer descansar. Este tema da para redactar un nuevo artículo así que ya lo hablaremos más adelante o en clase si te animas a practicar juntas.
A través del compromiso con la práctica, eliminamos de raíz el gran problema del sedentarismo que vivimos en esta era. Por un lado, nos hace movernos y por otro nos pone de buen humor, nos invita a salir a disfrutar: de la vida, del medio ambiente, de las relaciones sociales y de la práctica de otras actividades.
No te olvides de que tooodo esto es una ayuda real y eficaz para mantener un sistema inmune fuerte y contento.
El otro enfoque que debemos sumar a nuestra práctica de Yoga: Mejora tus hábitos alimentarios
¿Cómo mejoro mis hábitos alimentarios?
Mejorar los hábitos alimentarios es un tema muy extenso. Para saber por donde empezar y puedas hacerte una idea general y práctica, voy a dejarte unos consejos realmente útiles:
- Reduce las calorías que ingieres y ajústalas con tu gasto diario energético.
- Disminuye el consumo de azúcares (por favor, jajaja). El azúcar provoca tanto inflamación como permeabilidad intestinal que favorece la inflamación.
- Escoge bien las grasas que consumes y erradica las grasas trans de tu dieta diaria. Las grasas trans suelen encontrarse en productos elaborados y procesados así como los aceites vegetales de girasol, de maíz, de soja, y margarina. Cambiarlas por el consumo de grasas poliinsaturadas como el omega 3, que se encuentra en el pescado azul, el marisco, los huevos ecológicos, la carne de pasto, las nueces y en las semillas de chía y de lino por ejemplo. Utilizar grasas saturadas con ácidos antiinflamatorios como el aceite de coco para freír y dejar el aceite de oliva para consumo en crudo.
- Tener una correcta hidratación para permitir que se produzcan las reacciones químicas vitales y que los nutrientes se transporten a los órganos y tejido. Si no sabes cómo hacerlo te dejo aquí este taller para que te pongas en marcha.
- Ingesta correcta de micronutrientes. Los micronutrientes son las vitaminas o los minerales y que podemos encontrar en un gran número de alimentos como por ejemplo en: lácteos, cereales, aceites, verduras, pescados, carnes, legumbres o frutas. Para ello, tenemos la maravillosa dieta mediterránea y si es ecológica mejor que mejor.
- Muy importante el contenido de magnesio y zinc en nuestra alimentación. Son fuente de magnesio y zinc alimentos como: huevo, brócoli, batata, semillas, cacao, frutos, secos, aguacate, etc.
- Piensa en los antioxidantes y consume más verdura. Siempre incluye en la lista de la compra verduras de colores variados. De entre todas las verduras, las más recomendadas son: las Brássicas (especialmente el brócoli y la col rizada o kale); brotes de espinaca, remolacha, esparrago, cebolla morada, calabaza, brotes verdes son muy interesantes.
- Otras fuentes de antioxidantes son: el té verde y las granadas, frutos rojos y las uvas, los contienen en buenas cantidades.
- Cocina con especias. Aparte ¡Es divertido! Las especias de elevado poder antioxidante y antiinflamatorio son: el jengibre, el romero, la albahaca, la cúrcuma, el ajo, la canela y el clavo de olor.
- Evita, en lo posible, el consumo de animales estabulados o sus productos: carne de cerdo, embutidos y leche de vaca.
- Introduce conscientemente probióticos como el ajo, el puerro, la legumbres etc. y probióticos naturales cómo el yogurt, la kombucha, aceitunas, queso. Estos probióticos te ayudaran a conseguir una flora intestinal equilibrada (SUPER IMPORTANTE).
- Haz ayuno y usa suplementos. Para esto es muy importante ponerte en manos de un buen profesional de la nutrición y suplementación.
- El té verde es maravilloso siempre para la inflamación, así que puedes convertirlo en tu infusión preferida, tómatela pero sólo hasta las 5 de la tarde (no te olvides que queremos dormir bien y el té tiene teína).
Pues esto es todo soletes, espero que empecéis a tomar conciencia de la inflamación y poco a poco cambiéis vuestros hábitos para mantenerla a raya.
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