En esta clase vamos a suavizar todas las tensiones de los hombros, el cuello y la parte alta de la espalda y vamos también a movilizar correcta y suavemente nuestra pelvis ya que ambas partes tienen una conexión biomecánica.

La constante tensión en los hombros y la falta de movilidad de la pelvis no ayudan a la flexibilidad de la columna vertebral así que aprovechando que nuestro cuerpo es adaptable y continuamente está ajustándose para mantener su equilibrio vamos a trabajar esta colaboración para aliviar la tensión en toda la espalda.

En esta clase vamos a movilizar nuestra cadera porque el músculo piramidal está relacionado con el movimiento de la cadera y su alteración provoca molestias en esta zona al andar, al tratar de coger algo del suelo ó sentarnos en asientos bajos.

El recorrido anatómico de este músculo guarda una íntima relación fascial con el nervio ciático, lo que se traduce en que cuando está contracturado puede irritar o comprimir el nervio y ocasionar problemas y dolores muy parecidos a lo que produce la ciática. 

El psoas conecta las 5 vértebras lumbares con las piernas y es el responsable de mantenernos de pie es el músculo que nos permite levantar las piernas para caminar.

Un psoas sano estabiliza la columna vertebral y sostiene los órganos abdominales. Además es el mensajero primario del sistema nervioso central, por lo que es llamado el músculo del alma y considerado como un portavoz de emociones. Se conecta con el diafragma a través del tejido conectivo ó fascia así que se ve afectado por la respiración y también el miedo reflejo. 

En esta clase transitaremos ejercicios que nos ayuden a estirar y suavizar el psoas y con ello conseguir múltiples beneficios en nuestra estabilidad y el buen funcionamiento de nuestros órganos abdominales.

Un buen apoyo en los pies mediante la consciencia de estos a través de la propuesta de movimiento de la clase ayudará a llevar a la normalidad nuestro centro de gravedad equilibrando todos los pares de fuerzas que actúan en el cuerpo anterior-posterior, laterales izquierda- derecha y oblicuas.

Dicho equilibrio conseguirá una desactivación del tono aumentado de muchas estructuras que comenzaban a emitir síntomas de dolor o disfunción en nuestro cuerpo.

En esta clase trabajaremos con suavidad y con ayuda de una respiración concreta los músculos de la pared abdominal  (transverso abdominal, oblicuos y recto anterior) ya que estos son fundamentales para el buen funcionamiento del raquis lumbar. 

Todos estos músculos tienen un papel estabilizador  construyendo con ejercicios fáciles fuerza y estabilidad en ellos disminuiremos la presión en los discos vertebrales dorso-lumbares y evitaremos una excesiva ante versión pélvica.